Latcho Drom

En mis manos cayó esta estupenda pelicula del director argelino Tony Gatliff nacido en 1948. Latcho drom (creo que en romaní siginfica el deseo de un viaje seguro) que narra a través de la música y la danza el viaje intemporal del pueblo gitano desde Rajahstan (India) a España pasando por Egipto, Turquía, Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Francia (estupenda la fiesta con guitarras a lo Django Reinhardt). Músicas y paisajes emocionantes, en una historia sin actores donde las palabras son sustiuidas por canciones y músicas. Violines, guitarras, acordeones, tablas indias...

Y muy emotiva también la parte final en Andalucía, el desarraigo y la obligación de seguir siendo nómadas.

Aqui incluyo dos escenas , una en Rumanía con el increible Taraf de Haiduks y el final en Andalucía. Que las disfruten.

Adios Sancti Petri

Enfrente de la Isla del mismo nombre, donde según la leyenda se situaba el templo de Hercules y en la desembocadura del Caño Suazo, se encuentra el poblado almadrabero de Sancti Petri. O más bien se encontraba, puesto que las máquinas están ya arrasando este enclave. Despues de treinta años de abandono y desidia han llegado a la conclusión de que es mejor tirarlo y construir un estupendo centro de ocio. Miedo da conociendo a las mentes preclaras del urbanismo de Chiclana, termino municipal al que el poblado pertenece.

Desde que en 1929 se establece el Consorcio Almadrabero las chabolas que existían allí dieron paso a un poblado con colegios, iglesia, lonja del pescado, factoría... y viviendas para los trabajadores, todo alrededor del atún rojo. En aquella época se cogían entre cinco mil y treinta mil atunes por temporada y venían almadraberos desde distintos puntos de Andalucía.

Este lugar constituía desde su abandono en 1973 un espacio emocional, un paisaje importante para los habitantes de la Bahía de Cádiz.

Es increible que en cualquier país civilizado este enclave se hubiera conservado y restaurado como patrimonio común, que podría haber funcionado como un recurso cultural y turístico, en una zona que solo se ha apostado por urbanizar playas y promover viviendas ilegales por doquier y que realmente hay poco interesante por visitar y conocer.

En fin un escandalo...

Que los fantasmas de los almadraberos persigan a los responsables de esta decisión.

Detectives Tristes

Acabo de leer la novela El otro nombre de Laura de Benjamin Black, el seudónimo para la literatura negra de John Banville uno de los mejores novelistas vivos en lengua inglesa segun los críticos, premio Booker no hace mucho.
Pues bien recién terminada me deja un regusto de buena escritura y correcta descricpión de personajes y ambientes, pero el enfoque depresivo de la historia, la tristeza de fondo con que dibuja a todos -todos- los personajes y ese Dublin meláncolico y gris de los años cincuenta te deja un poco noqueado y sin ganas de mucho más. Además la trama donde se mueve el triste y ex-alcohólico forense Garret Quirke, tampoco me ha parecido la bomba.
En la misma línea, pero peor, sitúo a Henning Mankell, el escritor sueco responsable de la serie protagonizada por el inspector de policía Kurt Wallander. Éste está a punto de jubilarse, también es un desertor de la botella y está peleado con el mundo y la sociedad posmoderna, pero a mi me aburre y no me interesan nada sus líos internos.
Prefiero una buena trama que esté bien escrita pero por favor sin cargar las tintas en una mirada depresiva al mundo. Un poquito de humor tampoco viene mal a veces.
Ahora estoy con Petirrojo la última de las cinco novelas de otro autor nórdico Jo Nesbø. A ver como respira.
No se si aguantaré otro detective triste.