Vaya pestiño de pelicula Enemigos públicos, Michael Mann intenta hacer un clásico moderno de gangsters y cualquier peli del género de los años treinta o cuarenta le da mil vueltas. De hecho da verguenza ver en la misma pelicula el inserto que hacen de un film antiguo con Clark Gable, que las pocas secuencias en blanco y negro tienen mas fuerza que todo lo anterior.
Poco creible, aburrida, interminable (2 horas veinte), repetida (el mismo atraco de banco tres veces), fría, insulsa como una merluza hervida sin sal...
Como muestra esta fotofija de la secuencia en que detienen a la novia de Dillinger (Johnny Depp) ahí lo teneís rodeado de polis con una pistola y nadie lo ve y se escapa llorando porque se llevan a su novia...
Ensaladas de tiros y caritas de poker sin orden ni concierto. Un pestiño público.
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